He estado entristecido profundamente por el conflicto en Ucrania.
Nuestro mundo se ha vuelto tan interdependiente que el conflicto violento entre dos países inevitablemente impacta al resto del mundo. La guerra es obsoleta: la no violencia es el único camino. Necesitamos desarrollar un sentido de unidad de la humanidad considerando a otros seres humanos como hermanos y hermanas. Así construiremos un mundo más pacífico.
Los problemas y desacuerdos se resuelven mejor a través del diálogo. La paz genuina surge a través de la comprensión mutua y el respeto por el bienestar de los demás.
No debemos perder la esperanza. El siglo XX fue un siglo de guerra y derramamiento de sangre. El siglo XXI debe ser un siglo de diálogo.
Rezo para que la paz se restablezca rápidamente en Ucrania.
el Dalai Lama