En una flagrante violación de las propias normas chinas, las autoridades penitenciarias del Tíbet han vuelto a impedir que los familiares y el abogado del empresario tibetano encarcelado Dorje Tashi lo visiten, lo que ha desatado una ola de preocupación por su estado físico y psicológico. Dorje Tashi, antes un influyente empresario y miembro del Partido Comunista Chino, cumple cadena perpetua desde 2008 tras ser acusado en un juicio lleno de irregularidades. Desde entonces ha sido sometido a torturas documentadas y se le ha negado sistemáticamente el derecho a visitas, en abierta contravención de los procedimientos legales chinos.
La última negativa, ocurrida en abril de 2024, bloqueó una visita ya programada con su hermano y su abogado, sin ofrecer una explicación legal válida. Esta opacidad y hostilidad institucional intensifican los temores sobre posibles represalias o condiciones de aislamiento extremo. La hermana mayor de Dorje Tashi, Gonpo Kyi, ha sido incluso brutalmente golpeada por protestar pacíficamente pidiendo un nuevo juicio para su hermano.
Esta situación ha traspasado los límites de una injusticia aislada: representa una estrategia deliberada del Estado chino para silenciar a los tibetanos prominentes, incluso aquellos leales al régimen. Con más de una década de abusos, tortura e injusticia, el caso de Dorje Tashi es un llamado urgente a la comunidad internacional para ejercer presión y exigir su liberación inmediata y el respeto de sus derechos básicos. Su historia expone el brutal aparato represivo chino en el Tíbet, donde ni siquiera los que alguna vez fueron parte del sistema están a salvo.
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El caso de Dorje Tashi: injusticia y represión en el corazón del Tíbet
Un empresario tibetano convertido en símbolo de resistencia
Dorje Tashi, de 51 años, fue uno de los empresarios tibetanos más exitosos de su generación y miembro activo del Partido Comunista Chino. Su compañía, Tibet Manasarovar Group, operaba hoteles de lujo como el reconocido Hotel Yak en Lhasa. Su éxito le valió elogios de altos funcionarios del Partido y cargos políticos locales.
Sin embargo, en 2008, tras los disturbios en Lhasa y una represión sin precedentes, fue arrestado en secreto, juzgado sin transparencia y condenado a cadena perpetua por un supuesto fraude crediticio, en un caso que ha sido ampliamente cuestionado por juristas y defensores de derechos humanos.
Negación sistemática de derechos: visitas bloqueadas y régimen de aislamiento
Una visita legalmente programada, ilegalmente impedida
El 29 de abril de 2024, Dorje Tsetan (hermano de Dorje Tashi) y el abogado Wang Fei intentaron visitar a Tashi en la prisión de Chushur, Lhasa. Pese a haber seguido todos los procedimientos legales —con documentación presentada y cita confirmada con más de un mes de antelación—, las autoridades negaron el acceso sin justificar la decisión, violando el artículo 8 del Reglamento chino sobre reuniones con detenidos.
Años sin contacto familiar directo
Dorje Tashi no ha sido visto en persona por su familia desde 2019. A su abogado solo se le ha permitido una videollamada en el último año. Estas restricciones aumentan el temor de que Tashi se encuentre en aislamiento punitivo o haya sufrido nuevas formas de abuso.
Tortura, represión y persecución política
El testimonio directo de la tortura
En 2021, una organización de derechos humanos publicó una carta de Dorje Tashi describiendo los brutales interrogatorios sufridos en una “cárcel negra” extralegal, probablemente un campamento militar en Lhasa. Allí, fue torturado por agentes especiales de la policía secreta china (Guobao), quienes afirmaron operar con poderes absolutos, incluso por encima de la ley china.
Los dos interrogadores, identificados como Liu y Ma, aseguraron que podían matar o incapacitar a prisioneros sin consecuencias legales. Dorje Tashi sobrevivió gracias a la intervención de funcionarios locales que temían por su vida.
Manipulación judicial y persecución personal
Un caso fabricado
El supuesto delito de fraude no resiste el escrutinio legal. Un análisis jurídico encargado por la familia concluyó que era “imposible” que las pruebas presentadas justificaran una cadena perpetua. Otros casos similares en China han recibido condenas mucho más leves.
Su hermano Dorje Tsetan ha denunciado públicamente que los cargos fueron fabricados por funcionarios tibetanos al servicio del entonces alto cargo Norbu Dondrub, en una persecución personal orquestada por motivos políticos y económicos.
Protestas y represión contra su familia
Activismo desde el exilio y la represión en casa
Gonpo Kyi, hermana mayor de Dorje Tashi, ha organizado protestas pacíficas frente a tribunales en Lhasa exigiendo justicia. En abril de 2024 fue golpeada brutalmente por la policía tras una sentada en solitario. Dorje Tsetan, por su parte, también ha hecho múltiples llamados públicos, pese a haber estado encarcelado seis años por el mismo caso.
Ambos hermanos han agotado las vías legales internas. Hoy, su lucha se ha convertido en una denuncia internacional contra la impunidad del régimen chino en el Tíbet.
Un llamado urgente a la acción internacional
Organizaciones como Tibet Watch y Human Rights Watch exigen que se permita la visita inmediata de su familia y abogados, y que se revise el caso en un juicio justo. La comunidad internacional debe actuar con urgencia para exigir:
- El fin del aislamiento de Dorje Tashi.
- Una investigación independiente sobre su tortura y condena.
- Su liberación inmediata e incondicional.
El caso de Dorje Tashi evidencia cómo el régimen chino castiga incluso a quienes fueron parte del sistema si se convierten en símbolos de resistencia o verdad incómoda.
