¡Libertad agridulce! El ambientalista tibetano Karma Samdrup es liberado tras 15 años en prisión
Esta semana, el corazón de la comunidad internacional late con una mezcla de alivio y dolor. Nos llega la noticia confirmada desde las fuentes de Free Tibet y International Campaign for Tibet: el destacado filántropo y ambientalista tibetano, Karma Samdrup, ha sido liberado este 20 de noviembre tras cumplir una condena íntegra de 15 años. Su “delito” no fue otro que amar su tierra y proteger la biodiversidad del Techo del Mundo.
Karma, conocido en su momento como el “Rey de las cuentas Dzi”, no era un disidente político tradicional, sino un defensor apasionado del medio ambiente que fundó la galardonada agencia de protección ambiental “Tres Ríos” en la prefectura de Chamdo. Su encarcelamiento en 2010, bajo cargos fabricados de “robo de tumbas” (acusaciones que resurgieron de un caso cerrado años atrás), fue ampliamente visto como una represalia por sus esfuerzos para defender a sus hermanos contra funcionarios locales corruptos que cazaban especies protegidas.
Su liberación, aunque celebrada, nos recuerda la dureza del sistema judicial chino: no hubo indulto ni reducción de pena. Karma ha salido de la cárcel con 15 años menos de vida junto a su familia, pero con la dignidad intacta de quien siguió el camino de la verdad. Junto a él, también ha sido liberado el escritor Gendun Lhundup, otra voz silenciada por el régimen.
El precio de defender el “Tercer Polo”
El caso de Karma Samdrup es emblemático porque desmonta la narrativa de que China solo encarcela a quienes piden independencia. Karma trabajaba dentro del sistema, buscando proteger el frágil ecosistema tibetano, vital para toda Asia. Su organización ganó premios, incluso reconocimientos oficiales, antes de que su influencia se volviera “incómoda”.
Para nosotros en Amigos del Tíbet – Chile, esto resuena profundamente. La defensa del medio ambiente es un pilar del activismo moderno y del enfoque de S.S. el Dalái Lama. En un momento en que el mundo discute el cambio climático (como hemos visto en la reciente COP29), el Tíbet sigue siendo una zona cero donde los guardianes de la naturaleza son tratados como criminales.
Gendun Lhundup: La pluma que no se rompió
No podemos olvidar mencionar a Gendun Lhundup, liberado casi simultáneamente. Escritor y ex monje, fue detenido en 2020 por “incitar al separatismo” simplemente por publicar un libro y debatir sobre la identidad tibetana. Su liberación, junto a la de Karma, marca una semana significativa para los Derechos Humanos, aunque miles siguen esperando justicia.
Desde Chile, enviamos nuestro respeto a estos dos gigantes de la resiliencia. Su libertad física es un paso, pero la verdadera libertad llegará cuando el pueblo tibetano pueda gestionar su cultura y su tierra sin miedo, siguiendo el Camino del Medio que promueve la convivencia y el respeto mutuo.
Desde Amigos del Tíbet – Chile apoyamos la autonomía cultural del pueblo tibetano.
Fuente original: FREE TIBET
